El romanticismo español, ¿vital o estético?

Hola; cuando nos acercamos al Romanticismo español, surge, a la hora de buscar los aspectos más fundamentales, un pequeño debate. ¿Nos encontramos ante un Romanticismo vital o, por el contrario, con uno estético?

Por suerte, podríamos decir que ambos adjetivos se pueden integrar en el movimiento que se cultivó en España. Prueba de ello son los dos representantes poéticos más conocidos por todos, José de Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer.

Por una parte tenemos a José de Espronceda, poeta que practicó una literatura basada en la transgresión, en la libertad bajo lugares lejanos y exóticos y en la rebelión en su más puro estilo. Por si fuera poco, su estilo de vida no dejó de ser una práctica fiel a sus sentimientos transcritos en sus composiciones. ¿Qué no es otra cosa el pirata romántico sino José de Espronceda luchando contra la represión de la España del S.XIX?



Por otra parte, tenemos a un poeta brillante, Bécquer, que supo asimilar los movimientos más innovadores de Europa. Bécquer transpira a Baudelaire, a Verlaine y a Rimbaud. Se envuelve de simbolismo y busca el matiz en los temás más frecuentes en la poesía. No fue tan impulsivo como Espronceda pero su alma rebosó una intensidad lírica tal, que se manifestó a través de la innovación métrica y un estilo novedoso que marcó un antes y un después en la literatura española.




Los alumnos, al encontrarse con ambos poetas, podrán elegir entre uno de los dos tipos de románticos, pero lo que está claro es que se dejará imbuir en la océano poético del S. XIX de nuestro país.

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